La alcachofa y sus beneficios

Diurética, protege contra enfermedades cardíacas, baja el colesterol en sangre, y además deliciosa. ¿Qué más le podemos pedir a un alimento?

La alcachofa es una hortaliza con un largo recorrido histórico en nuestro país. El Mediterráneo acoge a la mayoría de cultivos de alcachofa que podemos encontrar y no es por casualidad. Las alcachofas requieren climas suaves y templados para desarrollarse, no soportan el frío intenso ni el exceso de calor, por eso la costa mediterránea es su lugar favorito.

Es un alimento muy versátil. Se puede degustar de muchas maneras diferentes: frita, asada, a la plancha, cocida e incluso, cruda en ensalada. Por lo tanto, podemos tomarlas solas, como guarnición o como acompañamiento de un plato ya que, además, la alcachofa combina perfectamente con carne, pescado, arroz huevos y otras verduras.

Si por algo es conocida y admirada la alcachofa es por la cinarina, uno de los compuestos activos más importantes de esta hortaliza. Se trata del ácido 1,3-O-dicafeilquínico, un componente muy beneficioso para el organismo por sus propiedades coleréticas y colagogas. Ambas funciones evitan la acumulación de grasa en el hígado, previenen la formación de piedras en la vesícula biliar, regulan la formación del colesterol y favorecen la eliminación de orina.

Nosotros no queremos perdernos las maravillas de esta hortaliza tan de nuestra tierra, por ello protagoniza algunos de nuestros platos más espectaculares, y así podéis comprobarlo con la foto que acompaña a este artículo. Timbal de alcachofa con foie y reducción de oporto, una delicia muy de nuestra tierra.